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Documento Villa Giardino.

Incluímos aquí el texto completo del documento difundido en el cierre del Congreso de la UCR Córdoba, el sábado 5 de noviembre, en esa localidad del valle de Punilla.

UNION CIVICA RADICAL DE CORDOBA
DECLARACION DE VILLA GIARDINO – 4 Y 5 DE NOVIEMBRE DE 2016

Después de 17 años de gobierno de UPC no podemos dejar de reconocer los logros en orden a la principal herramienta política utilizada desde 1999: el obsceno uso del marketing y la propaganda.

Lamentablemente para los cordobeses, la realidad es muy diferente de la que el gobierno se empecina en mostrar.

De ser una provincia sustentable y auto financiada, convirtieron a Córdoba en un estado sobre endeudado, deficitario y sujeto a la ayuda del Gobierno Nacional; no solo para atender las inversiones en infraestructura sino, lo que es mas grave, para poder cumplir con sus obligaciones corrientes. Córdoba ha perdido su condición de liderazgo para engrosar la larga lista de provincias dependientes.

Los cordobeses soportan la presión impositiva y las tarifas más altas del país, muy lejos de aquella demagógica, aventurada y mentirosa reducción del 30% de los impuestos con la que sedujeron al electorado para acceder al gobierno, que benefició a los que más tienen.

Las finanzas públicas están desmadradas; la pobreza y la marginalidad se extienden a lo largo y a lo ancho de la provincia; la obra pública es prácticamente inexistente y se limita a anuncios grandilocuentes; la salud pública está colapsada y la inseguridad azota la vida diaria de los cordobeses.
El gobierno apeló sistemáticamente al endeudamiento, a la retención de fondos a los municipios y al ajuste sobre las jubilaciones para ocultar el déficit que generaron sus políticas de despilfarro. La deuda pública creció de $ 1.050 M en 1999 a más de $ 34.000 M en 2015; fundieron un sistema previsional que el radicalismo entregó equilibrado y que hoy que arroja un déficit $ 9.000 M.

La pobreza fue ocultada, 19.000 familias viven en asentamientos de emergencia. Esta dolorosa realidad pretende ser escondida con medidas marketineras y no resueltas con políticas de estado.

Las pocas obras públicas realizadas, anunciadas fastuosamente, son un monumento al error y al derroche (Camino del Cuadrado, autovías 19 y 36, Terminal de ómnibus y el inexplicable faro del Parque Sarmiento, por citar algunos) y las que se anuncian serán financiadas por el Gobierno Nacional. La infraestructura vial tiene un atraso de 15 años.

La inseguridad es atacada en sus consecuencias y no en sus causas: pobreza, marginalidad, desigualdad y narcotráfico. Se pretende garantizar la seguridad mediante la arbitrariedad, el abuso de autoridad y la discriminación; los operativos de saturación y de detenciones masivas o sistemáticas de jóvenes pobres no hacen más que potenciar esas causas. Córdoba no puede –ni debe convertirse en el conurbano bonaerense ni en el Gran Rosario; frente a esa realidad, el gobierno ha apelado a la creación de “programas” que no han dado ningún tipo de solución, mas allá de los aparatosos anuncios con que son presentados. Lo cierto es que la situación social duele
y el narcotráfico hoy es una realidad innegable.

El gobierno no tiene política de salud pública. La infraestructura del sistema hospitalario se encuentra colapsada por falta de mantenimiento en la ciudad de Córdoba, lo que se agrava aún más en el interior provincial. La falta de inversión en tecnología determina, en muchos casos, la derivación de pacientes al sector privado, con el consecuente incremento del gasto; y en los casos de instalaciones tecnológicamente adecuadas, como en los cuidados intensivos e intermedios, la atención de pacientes críticos se ve perturbada por deficiencias en la dotación de personal.

Un capítulo aparte es la situación de los efectores de salud mental, cuyas condiciones infraestructurales y edilicias son deplorables, carecen de recursos humanos suficientes y los pocos que hay son precarizados. Los institutos de salud mental muestran condiciones insalubres e indescriptibles de higiene, reflejo de una lógica manicomial que violenta sus derechos personales y humanos.

Frente a la creciente problemática de la violencia de género, es evidente el desapego y los errores de las medidas tomadas por el gobierno. La violencia es un fenómeno instalado en la sociedad y atraviesa todos los ámbitos: la familia, el trabajo, los vínculos personales y las relaciones sociales. No ha sido abordado en profundidad, se lo ha minimizado y se ha objetivado a costa de muertes.

No hay acciones concertadas entre instituciones públicas y privadas y tampoco se han desarrollado políticas que aseguren a las victimas un resguardo oportuno y eficaz. Lamentablemente, nos pone entre las provincias con más víctimas por violencia de género.

La realidad descripta es objetiva e incontrastable. No hay marketing ni publicidad oficial que pueda ocultarla.

El Radicalismo de Córdoba asume, una vez más, el compromiso de poner en la consideración de los cordobeses lo que NO muestra el descomunal y “eficiente” aparato publicitario del gobierno.

Respetando nuestros valores, principios y tradiciones, junto a las demás fuerzas que integran Cambiemos ratificamos la voluntad de trabajar por una mejor calidad de vida y emprender un camino hacia el futuro que nos muestre unidos y capaces de construir un proyecto serio, responsable, amplio y participativo. Sólo así lograremos el consenso de los cordobeses para iniciar una nueva etapa de crecimiento con igualdad y equidad, respetando la dignidad de la persona como lo exige el estado social de derecho consagrado en la Constitución Provincial de 1987. ”

Comité UCR Provincia de Córdoba

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