Partidarias

Importante participación de la Juventud Radical en marcha del 24 de marzo.

Mediante un comunicado, el Comité Central UCR de la Provincia de Córdoba, felicitó a los jóvenes por su protagonismo. Además realizó una fuerte declaración de principios para las próximas elecciones.

“Desde el Comité Central de la Provincia de Córdoba queremos hacer un especial reconocimiento a uno de los estandartes más importantes de nuestra organización: a la Juventud Radical que ayer participó masivamente de la Marcha por la memoria, la justicia y la verdad. A esa gloriosa Juventud Radical, que haciéndose eco de las mejores tradiciones populares que alimentan su historia, cada vez que el partido la necesitó, supo ponerse de pie, levantar las banderas y marchar por las calles, enfrentando a quienes, ensuciando la política, pretendieron apropiarse de ella y ponerla al servicio de inconfesables intereses.

Ayer vivimos una jornada de orgullo, al ver a nuestros jóvenes que, lejos la anomia y el escepticismo, han recobrado la política como herramienta de transformación social, evitando que otros hagan política por ellos. La política no tiene dueños ni patrones. La política es patrimonio común de quienes tienen un compromiso con la sociedad y con su tiempo histórico.Hoy, 30 años después de recuperar la Democracia, tenemos la responsabilidad de asumir que ha pasado el tiempo suficiente y entender que estamos frente nuevo desafíos, ratificando nuestra fe democrática y nuestro compromiso social, en la creencia profunda en una Argentina con la mirada puesta en el futuro, con el propósito construir un país que asegure a sus ciudadanos igualdad de derechos, igualdad de oportunidades e igualdad de posibilidades, sin restricción de ninguna índole que lesionen nuestras libertades.

Los hombres y mujeres de la Unión Cívica Radical que caminamos solos durante mucho tiempo, teníamos una certeza que nos abrigaba en el camino: podrían mortificarnos, podrían denigrarnos, podrían rechazarnos, pero lo que no pudieron nunca fue romper nuestra convicción militante, quebrar nuestras ideas ni doblegar nuestro compromiso. Y así fue como, a pesar de la adversidad, no pudieron impedir que la Unión Cívica Radical este nuevamente junto al pueblo.Esa es nuestra mayor virtud. Por lejanas que fueran las distancias o difusa la quimera, los radicales sabíamos que alguna día volveríamos a representar los anhelos de un país bajo la bandera de la ética de la solidaridad. Hoy estamos nuevamente unidos, dispuestos a comenzar, otra vez, el camino que nos enseñara Leandro Alem.

Sabíamos que nuestra determinación, casi obstinada, nos traería nuevamente a estas costas, por eso venimos sin rencores ni resentimientos. Todo quedo atrás. Venimos despojados de vanidades y soberbia. Sin sectarismos ni arrogancias. Aquí esta nuestra mano extendida a todos los argentinos, aun a nuestros adversarios. El padecimiento de gran parte del pueblo argentino es muy grande como para permitirnos pensar en enemigos.

Aquí esta nuestra mano extendida para que, entre todos, nos avoquemos a trabajar por la unidad nacional, aquel viejo sueño inconcluso de Raúl Alfonsín. La unidad democrática, que no significa uniformidad, si no objetivos comunes para terminar con un sistema injusto que concentra la riqueza en pocas manos y condena a la exclusión y a la pobreza a millones de hombres y mujeres a lo largo y ancho del país.

Por eso, queremos hablarle a los jóvenes, con quienes vamos a entablar un dialogo, porque ellos escuchan diariamente la propaganda oficial esa infundada infamia de que “los radicales que no saben gobernar”. Esa, fue y es, la mayor objeción que se nos hace. Venimos a enervar ese descrédito, interpelando a la sociedad sobre cuál es el modelo de democracia que pretendemos para el futuro. Si ese modelo es el que asocia la “gobernabilidad” a la corrupción, a la impunidad del poder, al sometimiento mediante la discrecionalidad en el manejo de los fondos públicos o a la imposición despreciando el dialogo con quienes pensamos distinto, decimos, definitivamente que la Unión Cívica Radical se revela contra esa concepción autoritaria. En democracia son las razones, los argumentos, las propuestas programáticas, son las ideas con lo que se debate. No las pasiones, ni las calumnias, ni las apariencias, ni la falsificación de la realidad en la que se ha especializado el oficialismo a lo largo de estos años.

Le pedimos a la Juventud que nos escuche porque tiene el corazón abierto, sin odios ni rencores. Le pedimos que nos escuchen porque somos radicales. Porque somos y seremos radicales. Pero también somos algo más que radicales. Somos una fuerza política democrática que busca acompañar a cada argentino en su vida, en sus preocupaciones y en sus angustias, en sus expectativas y en sus esperanzas. En cada pueblo de la República Argentina hay hombres y mujeres de la Unión Cívica Radical que militan día a día, de manera anónima y silenciosa, por una sociedad más justa.

En nombre de todos ellos les decimos, principalmente a los jóvenes, que estamos acá en representación de 120 años de lucha por llenar de contenido social a nuestra democracia. Hablamos en representación de esa tarea que cada militante asume, dejando de lado egoísmos y mezquindades, para caminar justos hacia un futuro compartido.

Muchos quieren que callemos y que nuestro discurso se limite solo a la calidad institucional, a la seguridad jurídica o a la marcha de la economía. Desde luego que no son temas menores, pero en un país donde a la gente se le ha talado con el miedo sus valores, la Unión Cívica Radical no puede cruzar, indiferente, por esa vereda de angustias colectivas.

Veníamos a levantar nuestra voz contra aquellos que nos quieren callar. Venimos a traer la voz subterránea de un país fragmentado. No es nuestra culpa si traemos la amargura de lo que se descubre. Para aquellos que se apresuraban a firmar nuestro certificado de defunción, hoy pueden verificar que la Unión Cívica Radical, por la resistencia de sus militantes, está nuevamente de pie, junto a su pueblo para desterrar definitivamente la violencia del seno de nuestra sociedad, mediante la justicia. Por eso olvidamos las injurias, las ofensas y los agravios que hemos sufrido estos años, en nombre la paz social en la Argentina.

No sabemos dónde nos depositara la voluntad popular, pero asumiremos la responsabilidad que surja de las urnas. Ese es el primer mandato de la Democracia. Allí estaremos. Los hombres y mujeres de la Unión Cívica Radical, entregando lo mejor de nosotros, una vez más, al servicio de la Patria.




Comité Provincia Unión Cívica Radical

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