Municipios y comunas

Hito diplomático por las Islas Malvinas, durante el gobierno de Arturo Illia.

En 1965 la ONU sanciona la Resolución 2.065, donde se reconoce por primera vez el litigio por la soberanía de las islas, como un conflicto bilateral entre nuestro país y Gran Bretaña, lo que excluye a los isleños. Lo recordamos, a 30 años del conflicto bélico.

La misión argentina en la ONU, comandada por el embajador Lucio García del Solar, tenía una clara directiva del entonces presidente Arturo Illia, ungido por la otrora Unión Cívica Radical del Pueblo, quien había puesto como prioridad avanzar en la cuestión Malvinas.

En Nueva York –sede de la ONU– también estuvieron involucrados en la obtención de la sanción el propio canciller Miguel Angel Zavala Ortiz, y los diplomáticos José María Ruda y Bonifacio del Carril.

La Resolución 2.065 fue votada en positivo por 94 países, con 14 abstenciones y ningún voto en contra. Incluso el Reino Unido se abstuvo, debido a que por aquel entonces la cuestión Malvinas era abordada por Londres de una forma muy distinta a la que sucedió a partir de la guerra.

“Argentina y Gran Bretaña iniciaron tres veces entre la posguerra y 1982 negociaciones bilaterales para avanzar en la devolución de las islas”, explicó el profesor de Política Exterior de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Agustín Romero, quien además es secretario del Observatorio Parlamentario Cuestión Malvinas.

Según Romero, “cuando se crea la ONU, Argentina va a discutir a ese marco, pero hubieron otros intentos antes, bilaterales. El más destacable es el previo a la muerte de (Juan Domingo) Perón, cuando Londres ofreció negociar la soberanía, con un condominio común y luego un proceso de devolución de 50 años, pero no se concretó por la muerte del entonces presidente”.

Esos encuentros bilaterales con Londres “no eran negociaciones públicas, sino cerradas y secretas, a través de los embajadores de los países”, señaló Romero.

“En la 2.065, se obtiene reconocimiento a los grandes principios que Argentina sostiene en el diferendo hasta hoy: que hay una disputa de soberanía territorial, que esa disputa es bilateral entre nuestro país y Gran Bretaña –lo que excluye a los isleños–, y el llamado de la ONU al diálogo para solucionar el primer punto”, agregó.


Cambios.

Por su parte, el presidente de la Convención Radical, Hipólito Solari Yrigoyen, recordó que aquella votación en la ONU “fue un gran éxito porque la ocupación ilegítima contra la cual se venía reclamando desde 1833 dejó de ser un problema bilateral, para tener reconocimiento universal. La ONU no reconoció a las islas como territorio británico, sino que lo definió como en litigio”.

“El gobierno de Illia puso en el primer lugar de prioridades a Malvinas. La ONU había dispuesto el comité de descolonización y ahí Argentina aprovechó y le dio gran impulso al tema. Illia tenía particular interés por la política internacional, y contó con Zavala Ortiz como canciller, que era un experto en Malvinas”, relató.

Solari Yrigoyen –autor de varios libros sobre el tema, entre ellos Malvinas: lo que no cuentan los ingleses: 1833-1982– fue nombrado por Illia como secretario general del Instituto Nacional Islas Malvinas y Adyacencias.

“Dependía de la Cancillería y fue el primero en su tipo, con figuras de todas las ideologías, que buscaba ocuparse con sentido académico para respaldar la postura argentina. Luego vino la dictadura de (Juan Carlos) Onganía y lo disolvió”, añadió.

El ex senador rememoró los contactos bilaterales tras la resolución 2.065: “Zavala Ortiz se reunió con (el canciller británico del Laborismo) Michael Stewart en Buenos Aires a principios de 1966 y comenzaron las conversaciones de soberanía y se iba a informar a la ONU, “aunque con el golpe quedó todo trunco”.

El Comité de Descolonización, sucesivamente, trajo a colación la 2065, renovando su pedido cada vez que se trató la cuestión Malvinas.

“Hasta los ‘80 se planteaba el tema en la Asamblea General, pero la estrategia del ex presidente Carlos Menem de volver a Malvinas un tema bilateral soslayando a la ONU, hizo que esa costumbre se cambiara”, afirmó Romero.

El conflicto que comenzó el 2 de abril de 1982, del cual se cumplen 30 años, transformó la diplomacia para siempre.

“La guerra cambió el mapa. A partir de allí Londres dijo que no había nada que negociar, porque las islas se ganaron en una guerra. Ese es su argumento”, concluyó.


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